domingo, 20 de febrero de 2011

Reflexión sobre la sanidad en Valencia

Yo vivo en el país que tiene el mejor sistema sanitario del mundo.

Partiendo de esta premisa se puede deducir que: primero: Nos podíamos estar quejando por vicio y segundo: Lo jodidos que deben de estar el resto de países en esta materia. Pero no: Nos debemos de quejar, ya que ninguna sociedad moderna puede permitirse el retroceder en sus logros sociales, culturales, sanitarios, etc. Ninguna menos España, que cada vez que tiene un gobierno “Social”, los derechos de los trabajadores retroceden veinte años.

Es más que obvio para los ciudadanos, la degradación que ha sufrido la sanidad española estos últimos años, bien sea por problemas económicos derivados de la crisis internacional, de las nefastas políticas económicas y sanitarias que hemos sufrido con los últimos gobiernos o simplemente al intento de eliminar la sanidad pública en favor de un modelo privado donde los grandes lobbies de la sanidad mundial puedan imponer su negocio, en el único país del mundo donde una persona no se muere en la calle como un perro por no poder pagar un médico que le atienda.

En esta tesitura nos encontrarnos actualmente en Valencia, donde hemos empezado la decadencia con la evolución lógica de crear hospitales públicos de gestión privada como es el caso del hospital de Alzira o el de Manises y su apéndice el Vaquez Bernabeu, (antiguo hospital militar), en la localidad de Mislata; Donde la degradación ha llegado a tal punto que la población con su alcalde a la cabeza ha tenido que salir a la calle y pedir la dimisión del conseller de sanidad para defender un mínimo y digno servicio sanitario en su localidad.


Para ponerles en antecedentes le diré que Mislata contaba con el hospital de referencia para la tercera región militar. (Este). Según pasaron los años y tras la desaparición del servicio militar obligatorio, este hospital cayo en desuso y con los años fue transferido a la sanidad publica por un convenio entre el ministerio y la consellería de sanidad. Tras esta cesión, conselleria lo anexionó al área sanitaria de Manises a condición de que este se hiciera cargo de su remodelación y puesta en funcionamiento con unos requisitos mínimos de funcionamiento que desde el 2009 la empresa concesionaria, (Sanitas), no acaba de terminar de cumplir.

A día de hoy solo podemos decir, que la sanidad para casi 49.000 personas registradas en Mislata es peor que la que recibíamos cuando pertenecíamos al hospital la Fé y al centro de especialidades de Juan Llorens y que de todo lo que se prometió para el pueblo, poco o nada se ha llevado a cabo. Por esto, si los Mislateros necesitamos una atención sanitaria especializada o esperamos tres meses a que nos de cita o nos tenemos que marchar a otras poblaciones vecinas a que nos atiendan con el consiguiente coste de desplazamiento y de tiempo, teniendo en Mislata un hospital desaprovechado donde las ratas y las cucarachas rondan a sus anchas, sin seguridad, sin calefacción ni aire acondicionado, si agua caliente, donde los especialistas aparecen una vez cada quince días, con una puerta de urgencia que atiende un único médico de cabecera, sin personal sanitario de apoyo, hasta el punto de que el único ala que esta en funcionamiento con los enfermos crónicos de larga estancia, esta atendida en gran medida por el personal en practicas del instituto de la localidad y casi sin recursos ya que en el se racionan hasta el algodón, imponiendo el criterio de rentabilidad de la empresa privada sobre la atención medica por encima de todo de los hospitales públicos.

Por mucho que prefiera el modelo público, veo lo insostenible que resulta al estado el poder inyectar recursos ilimitados en estos momentos de crisis y por ello ahora más que nunca es necesario llegar a un consenso entre todos, para conseguir que la atención sanitaria se resienta lo mínimo posible, ya que con la salud de la población no se juega.
Lo peor es que tras varios años de manifestaciones y quejas y tras las tres últimas manifestaciones multitudinarias en tres semanas, con un calendario de movilizaciones que van a caldear y mucho las próximas elecciones municipales y autonómicas, la conselleria sigue haciendo oídos sordos a las reivindicaciones de los vecinos, auto dándose plazos que incumple una y otra vez, tomando por tontos a los vecinos de Mislata que estan empezando a perder la paciencia con este tema. Esto esta siendo utilizado por los partidos de la oposición para intentar minar la credibilidad del alcalde de la población, acusándole hasta de la muerte de Chanquete, cuando la realidad es que el ayuntamiento no tiene ninguna competencia en sanidad y lo único que puede hacer es quejarse como ha hecho en innumerables ocasiones, llegando hasta el punto de amenazar al gobierno autonómico, que no nos olvidemos es de su propio partido.

¿Llegará la solución por parte del gobierno autonómico antes de que la población pague con su alcalde el descontento popular, o esperaran a que sean ellos los que caigan por no tener las narices de afrontar el problema que ellos y solo ellos han generado?...

http://kikelincaricaturas.blogspot.com
A todo esto, ¿Qué hace el ministerio de sanidad?. La respuesta es sencilla: No pagar lo que le corresponde a Valencia, con lo que esta no puede pagar los servicios prestados a Sanitas, con lo que Sanitas no puede afrontar los compromisos que asumió para la rehabilitación del antiguo hospital militar. Al parecer esta situación de crisis solo es buena para el gobierno central, que con esta excusa ha dejado de pagar la deuda histórica del ministerio con la sanidad a las comunidades autónomas y así tiene más dinero para comprar los votos de CIU y PNV para las próximas elecciones.

Bien por el estado social de Zapatitos…

P.D.: Como siempre todo lo que comento en mis post esta fundamentado tanto por noticias de prensa contrastadas como por experiencia personales directas. Para tener tu propia opinión, solo tienes que pulsar los enlaces para conocer todas las noticias relacionadas y todos los puntos de vista.
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